martes, 16 de marzo de 2010

Taxi

El taxi circulaba demasiado despacio y ella empezaba a ponerse nerviosa. Quizás no llegara al aeropuerto a tiempo para recoger a su marido. Quería darle una sorpresa y no le había comentado nada. Le quedaban todavía tantas cosas por hacer: comprar las bebidas para la cena, el postre, el pan -a su amiga le gustaba comer con pan. Aunque disfrutaba cocinando para sus amigos, tal vez no había sido buena idea organizar una cena en casa un día como aquel.

Paseó la mirada por la acera. Un hombre mayor caminaba despacio mientras sujetaba una pipa en la boca. Se acordó del profesor Balcells, tal cual lo dejó veintitantos años atrás. Con su poblada cabellera blanca, su tez curtida y su pipa. Las gafas, es verdad, sólo se las ponía para leer.

Acompañó a aquel hombre con la mirada entre los coches aparcados, se quedó en sus movimientos. El pensamiento se le enganchó en el humo de su pipa y, mecida por la nostalgia, recordó las clases de semántica con el viejo profesor; los ejercicios de traducción, que siempre le devolvía sembrados de cruces rojas y tachones interminables; los exámenes de gramática... Pero, sobre todo, pensó en los deliciosos conciertos de música clásica, donde desgranaba melodías como quien cata un vino, sin intentar hacerlas comprensibles, paladeando pocos a pocos. Amamos la música porque no podemos entenderla, —¿quién lo dijo?—.

Después del último examen jamás volvió a verle, se marchó sin despedirse, dejó tantas cosas en el tintero que acabó por olvidarlas.

Mientras el taxi se desperezaba de un semáforo, se dió cuenta. La semántica se perdió a la vuelta de la esquina. De la gramática sólo quedó un vago recuerdo. La traducción con los años se fue oxidando como la cadena de una bicicleta abandonada. Pero la música seguía ahí. Para lo que hiciera falta. Y ella no le había dado las gracias.

El hombre de la calle aspiró su pipa y, sintiendo su mirada, se la devolvió.

Por un segundo, se le perdió el tiempo. Sonrió. El taxi volvió a ser un coche camino del aeropuerto.

3 comentarios:

  1. Muy bonito, artista! Me encanta que el pensamiento se enganche en el humo, que se le pierda el tiempo, que el taxi de desperece...
    Genial.
    Un beso, Aurora

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  2. Hola Almu, perdona por el retraso de los comentarios. Ays, esta vida loca.
    Me ha gustado el texto. Me parecen muy efectivos los relatos que evocan el pasado. Aunque hay que tener cuidado con no repetirse y buscar un giro, una vuelta de tuerca. Te dejo algunas cosillas, espero que te sean útiles.
    -Primero: creo que es de las cosas más importantes a la hora de empezar a escribir. Al menos a mí me ayuda mucho. Busca palabras, construcciones verbales, expresiones que suelas repetir y redondéalas de distintos colores. Es la mejor manera de fijarse en la cantidad de veces que las escribimos. Es frecuente con QUE, PERO, TENER, HABER, ERA... (lo digo por propia experiencia). Para probar hazlo con los "que"
    Ej: yo cambiaría una frase donde tienes cuatro seguidos, puedes poner: "Tenía tanto que contarle: todo lo aprendido, lo disfrutado en sus clases, la curiosidad inculcada ya para siempre."
    -A mí me choca un poco el atasco con que no haya nadie por la calle. Es un poco extraño.
    -Vio y dio: no llevan tilde
    -Algunas comas, dos puntos...:
    "y,mecida por la nostalgia, recordó todo lo aprendido con aquel viejo profesor:"
    "interminables; los exámenes(...)"
    "Pero, sobre todo,"
    -Facultad: es con mayúscula cuando es el edificio.
    -Recordó y recordó. Busca algún sinónimo. La segunda vez podrías poner "Volvieron a su memoria los deliciosos conciertos"
    -Hay una frase que me suena extraña y yo la pondría así: "por vergüenza a parecer una loca si no la recordaba."
    -"Por un momento se le perdió el tiempo." Cuidado con las rimas. Puedes poner: "Por un segundo se le perdió el tiempo." (Me gusta la frase).
    Y eso es todo.
    Un abrazote y a escribir

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  3. Muchas gracias a los dos! NiñoCactus, qué razón tienes. Jo, que bruta no darme cuenta de lo del atasco, si es que no tengo costumbre de revisar y hace falta, ya lo creo.
    Bueno, he rehecho el texto, a ver qué os parece. No sé por qué, pero tal como estaba antes no me acababa de encajar bien con la idea que tenía, como que me chirriaba un poco.

    Aurora, genial tu idea del cuento conjunto. Y la ilustración, preciosa, tú sí que eres una artista, me encantan los colores que le has puesto al bichillo. Yo por ahora estoy algo atascada y no se me ocurre por dónde tirar, con las entradas tan buenas de Ruben y Setreuf, lo han puesto difícil. En fin, espero poder mandar algo pronto. !Besos dormidos!

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