El experimento del doctor Morelli
El viento hacía girar las enormes aspas y movía las tripas del viejo molino. Los brazos eólicos generaban la suficiente electricidad para el experimento final. En el interior del improvisado laboratorio, la energía estática hacía que la hojarasca se elevara danzando por las escaleras. Tras varios intentos, Arturo Morelli había encontrado la solución para que su obra estuviera terminada; con su afilado escalpelo, trazaba una entrada en el pecho del cadáver.
Había probado con diversos corazones. Todas las pruebas fallidas no aguantaban ni un par de segundos con vida. «Esta vez lo lograré» se decía el doctor. Con un tensor metálico abría las entrañas del cadáver.
El cuerpo sin vida de Francisca descansaba sobre la camilla. Su rostro estaba marcado por el sufrimiento de otras vidas. Morelli acercó la lata de conservas esterilizada al pecho de la difunta. La lata estaba caliente, de su interior salía un débil tamborileo mecánico.
La operación se hizo larga y sufrida, como el trabajo bien hecho. Morelli conectó las arterias principales al corazón de hojalata. El flujo de la sangre empezó a resucitar. Cosiendo y remendando el cuerpo terminó la obra. El latir era débil, casi inexistente.
La dinamo central del molino escupía arcos eléctricos en las sombras. Unos largos cables, conectados al cuerpo de Francisca, llegaban hasta la pequeña tormenta almacenada por el molino. El doctor Arturo Morelli bajó la palanca de descarga.
¡FSSSSIIIIIIIUUUMMMMPPP!
Olor a carne quemada, silencio… Los parpados de Francisca temblaron antes de abrirse a la vida.
—¿Arturo? —preguntó la mujer con un hilo de humo entre los labios.
—Francisca, vida mía.
—Arturo… ¿dónde estoy?
—Tranquila, no te preocupes amor. Todo está bien.
—Recuerdo que —dijo la resucitada mientras su cerebro movía los engranajes de la memoria—… ¡me rompiste el corazón!
—Sí, pero no volverá a ocurrir. Tienes que perdonarme.
El corazón de hojalata no entendía de perdón, ni de amor; sólo de pimientos morrones.
Lo bueno: me encanta la tensión cómo está generada a lo largo de la historia, la onomatopeya es genial, porque te imaginas el rayo y la historia, aunque es volver a Frankenstein, tiene un punto muy interesante.
ResponderEliminarLo malo: Veo alguna que otra falta de ortografía (un par de acentos) y el final, en mi opinión, le falta más tensión, quizá una frase más de ella o una acción para rematarlo. Por ejemplo (sólo siendo una posibilidad si esto era lo que querías contar):
—Sí, pero no volverá a ocurrir - suplicaba -. ¡Tienes que perdonarme!
Ella le ignoró y se fue. El corazón de hojalata no entendía de perdón, ni de amor; sólo de pimientos morrones.
Oyros, me parece estupenda tu opción del final. Respecto a los acentos, díme cuales son porfa. Estoy fatal con la gramática y me gustaría aprender. El cuento lo escribí un poco corriendo y no lo he repasado a fondo.
ResponderEliminarLo de los acentos sólo era por decir algo malo :P Sólo he visto Párpados. El otro que había visto, dinamo, lo vi con los ojos medio cerrados y en realidad estaba bien.
ResponderEliminarAupa Rubén!
ResponderEliminarLa verdad es que has puesto el listón muy alto y sólo se me ocurren halagos, pero como quieres una crítica sin escrúpulos, me he puesto en plan tiquismiquis (vas a flipar), con la lupa lingüística que tengo aquí escondida, para ver si te puedo ayudar en algo. No te enfades, porque me voy a cebar:
1) Coincido con Oyros en el desenlace. Es verdad que le falya algo, aunque muy breve, sin pasarse (te lod gio yo, que me voy por las ramas, ejem).
2) El molino. Cuando dices:
"El viento hacía girar las enormes aspas y movía las tripas del viejo molino. Los brazos eólicos generaban la suficiente electricidad para el experimento final. En el interior del improvisado laboratorio, la energía estática hacía que la hojarasca se elevara danzando por las escaleras.", ¿te refieres a un aerogenerador o al típico molino de viento de don Quijote? Si estás pensando en la imagen de un molino actual, me choca un poco el "viejo molino", porque pienso en uno actual, moderno. Repito, es por ponerme a criticar a saco, tampoco me ha chocado al leerlo por primera vez.
3)Algo que puedes aprovechar: dices que estás pensando en un relato juvenil, pero unas cuantas ilustraciones sobre las tripas del molino en movimiento, el proceso, la hojarasca danzando por la escalera, etc, quedarían muy bien, piénsalo. Es un relato muy visual, aunque sea para un público juvenil, ¿por qué no lo intentas? El de Cuentos de la periferia de Shaun Tan también está dirigido a un público más adulto, tiene unas ilustraciones muy buenas y funciona muy bien con adolescentes (testado 100 % en clase).
4) En "Todas las pruebas fallidas no aguantaban ni un par de segundos con vida.": Hay algo en esta frase que no me convence y no sé exactamente qué es. Igual no te hace falta decir que "no aguantaban ni un par de segundos con vida" (ya se deduce, por todas las referencias anteriores, que quiere devolver la vida a un cadáver). Te digo porque en un relato tan breve es preferible callar lo evidente (en realidad, me tendría que aplicar el cuento...). O podrías decir, simplemente: "todas las pruebas eran fallidas". Bueno, tú verás, porque igual te corta el ritmo del realto...
5)Empleo de las comas: En "Con un tensor metálico abría las entrañas del cadáver.", pondría una coma después de "metálico". Explicación: cuando inviertes el orden lógico (abría las entrañas del cadáver con un tensor metálico), hay que poner una coma al final de la parte que se anticipa.
En "Tranquila, no te preocupes amor.", puede que antes de "amor" (si lo entiendes como un vocativo).
UF, YA HA TERMINADO LA DISECCIÓN DE TU CUENTO. COMO META ESTA CHAPA EN BASE A TODOS LOS CUENTOS ME VAIS A NOMINAR CON EXPULSIÓN DIRECTA DEL BLOG.
PARA QUE SE TE QUEDE UN BUEN SABOR DE BOCA (ahora llega el peloteo, ja), me ha encantado el final y el ritmo que consigues con la narración. Les he leído hoy el cuento a los chavales y se han reído un montón con lo de los pimientos morrones (al principio no lo han entendido, pero el simple nombre les ha hecho gracia).
Un abrazo,
La pedante.
Uxue, eres genial! Gracias por el comentario... Así quedó el final:
ResponderEliminar"—Sí, pero no volverá a ocurrir —suplicó Arturo Morelli, acariciando su mano—. Tienes que perdonarme.
Francisca rehusó el contacto del doctor. Se levantó y, sin mirar atrás, salió por la puerta del molino. El viento entró en el laboratorio, arrebatando la hojarasca de los campos de energía.
El corazón de hojalata no entendía de perdón, ni de amor; sólo de pimientos morrones."
Tambien he explicado con un par de comas, que el molino es un edificio antiguo con algunos ajustes mecánicos para generar la energía, es mas romantico. A ver que tal...
Puedes editarlo directamente en la entrada, si lo prefieres, pero entonces los comentarios quedan raros :)
ResponderEliminarLLego tarde pero aún así te digo mi opinión: Recuerda que habito en otro planeta eh?.
ResponderEliminarIdea de latido- ritmo de todo el relato.
Me sobran artículos determinados: la, el, los, las sobre todo al principio.
No puedo evitar quedarme con la idea de pimiento-morrón corazón-contenido más que con la de lata-contenedor, al final me embrujaría la idea de que hubiera acercado la lata al pecho para verter los pimientos( los estoy viendo latir) y me resultan rojos y sabrosos hasta el infinito. Sin duda los pimientos morrones no entienden de perdón.
No se si pueden servirte de algo mis comentarios poco concretos pero El experimento del doctor morelli me gusta .( Clara)
Yo también vivo en otro planeta, perdón por el retraso.
ResponderEliminarRuben, me gusta tu relato. He de decir que soy bastante lenta y me ha costado entender que le había puesto un corazón de pimiento morrón, al principio pensé que era un corazón de hojalata simplemente.
Estoy con Uxue, la frase "Todas las pruebas fallidas no aguantaban ni un par de segundos con vida." no me acaba de sonar bien. Creo que son demasiadas negaciones juntas: Todas con fallidas más no... ni...
Yo pondría algo así: Todas las pruebas fallaban (o resultaban fallidas;), no aguantaban ni un par...
O así: Ninguna de las pruebas aguantaba más de unos segundos con vida. En fín, es una idea.
Y me parece que puede quedar muy bien con ilustraciones. El interior y también el exterior del molino, lo de los arcos eléctricos, me parece muy gráfico. Anímate y ponte lápices a la obra!
Me gustó un montón. El cuento es genial y el final tiene un toque de humor perfecto. Ole, ole, ole.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la mayoría de los comentarios del resto de ácaros: el final de Oyros, las puntualizaciones de Uxue. Yo tengo las mías y, "mi arma", has topado con un médico. Jajaja. Para darle un lenguaje un poco más científico y creíble te dejo algunas frases por si las quieres usar:
-"Realizó, con su afilado escalpelo, la incisión de entrada en el tórax del cadáver".
-"Se decía el doctor mientras traccionaba del periostotomo para acceder a la cavidad." En vez de periostotomo puedes usar separador de Finochietto o, simplemente separador.
Lo que está realizando es una toracotomía por si quieres ver en google en qué consiste el proceso.
Dices probado y pruebas - yo cambiaría uno por intentado o intento.
Y eso es todo. Estoy realmente impresionado.