- ¡Estoy harto! ¿Me oyes? ¡Harto! - gritaba hecho una furia mientras recorría la cocina. - Todo el día menospreciándonos con esa maldita frase hecha - repitió. De repente se paró en seco. Había visto la luz -. ¿Pues sabes qué? Que yo también sé inventar frases ¡Me importa un humano lo que opinen! ¡Ja! ¿Qué te parece? ¡Los cominos también sabemos insultar! Éstos bípedos se van a enterar de lo que vale un peine...
- ¡Eh! ¡A ver qué decimos! - exclamó una voz desde el cuarto de baño.
- Nada, nada - susurró el comino que, compungido, se escondió.
Jajajaja!
ResponderEliminarYo también había utilizado tu palabreja pero mira que era difícil. Me tuviste toda la semana pensando y al final utilicé la tercera acepción de la RAE (aunque igual vosotros sois de María Moliner).
Me encanta la palabra compungido. Es que hasta me imagino la carita, jejeje.
Por cierto, tu monomias fantásticamente.
Abrazote
Muy bueno, Oyros. Genial la respuesta del peine. A mí la palabra compungido me hace imaginarme al protagonista en movimiento, sorbiéndose los mocos dos veces, una por cada sílaba acabada en nasal com-pun-
ResponderEliminar(qué complicada soy, pero es que me resulta totalmente gráfica).
No es por dar ideas a Uxue, pero yo pondría una coma antes del último "que", o sea, entrecomaría el "que":
"dijo el comino, que, compungido, se escondió."
Ahora estoy pensando que igual van a ser muchas... En fin, es una idea. Gracias!