lunes, 1 de marzo de 2010

El complot de los Ácaros

Estaban en todas partes: en los pelos del caracol astrólogo, midiendo la velocidad del viento dentro del botijo o vigilando al camaleón comedor de estrellas. Los podías sorprender trasteando con una cometa, investigando una escopeta o intentando convencer a un ganso de que les dejara ir en su lomo, todo para encontrar la forma de llegar al gran colchón del cielo. En una ocasión, incluso trataron de crear sus propias constelaciones con una sartén y una vela.

Estaban en todas partes. Era una conspiración. Era el Complot de los Ácaros.

3 comentarios:

  1. ¡Ehhhhhhhhhhhhhh!
    ¡Por fin, alguien con iniciativa! Me alegro un montón de que hayas creado el blog acariano! Ahora no estoy para contar cuentos (ya lo están mis alumnos, cuyos exámenes-cuento estoy corrigiendo: el grado de enfado asciende conforme el número de exámenes disminuye, podríamos inventar una fórmula acariana al respecto... cuantos más exámenes salen del sobre, más ácaros se posan en un vuelo sutil sobre los folios y comienza el cuento, supongo).

    ¡Un besazo, guapetones!

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  2. Gracias Pepe! Me lo pasé genial y desde aquí mando un fuerte abrazo a todos. Espero que llenemos este blog de esos ácaros cuentistas.

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  3. Aguijón para quien lo quiera tomar:
    - Arador del queso: Ácaro diminuto que vive en el queso rancio.
    Todos los Ácaros son diminutos, ¿no?
    Si alguien ve un Ácaro del tamaño de un niño de cinco años, que avise, por favor.
    Me equivoqué de oficio: ahora querría ser embalsamador de Ácaros, que no es como ser ilustrador o escritor, pero casi.
    Un saludo,

    L'air absent

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